Rehabilitacion Cardiaca
COORDINADOR:
Dra. Mendoza Sánchez, Luz Gisella
Una Unidad de Rehabilitación Cardíaca es un programa especializado diseñado para ayudar a los pacientes a recuperarse y mejorar su salud cardiovascular después de un evento cardíaco, como un infarto, una cirugía cardíaca o un diagnóstico de insuficiencia cardíaca. El objetivo principal es reducir el riesgo de futuros problemas cardíacos y mejorar la calidad de vida del paciente.
Las características y funciones de una Unidad de Rehabilitación Cardíaca incluyen:
1. **Ejercicio Supervisado**: Se desarrollan programas de ejercicio personalizados que son monitoreados por profesionales de la salud, con el fin de fortalecer el corazón y mejorar la resistencia física.
2. **Educación**: Se ofrece información sobre la enfermedad cardíaca, factores de riesgo, y la importancia de llevar un estilo de vida saludable, incluyendo dieta y ejercicio.
3. **Manejo de Factores de Riesgo**: Se trabaja en el control de condiciones como hipertensión, diabetes y colesterol alto, así como en la cesación del tabaquismo.
4. **Apoyo Psicológico**: Se proporciona apoyo emocional y psicológico, ya que muchos pacientes pueden experimentar ansiedad o depresión tras un evento cardíaco.
5. **Seguimiento Continuo**: Se realiza un seguimiento regular para evaluar el progreso del paciente y ajustar el programa según sea necesario.
6. **Enfoque Multidisciplinario**: El equipo generalmente incluye cardiólogos, enfermeros, nutricionistas, fisioterapeutas y psicólogos, que colaboran para ofrecer un enfoque integral.
La rehabilitación cardíaca es un componente crucial en el proceso de recuperación, ayudando a los pacientes a volver a sus actividades cotidianas de manera segura y efectiva
Fases de la Rehabilitación Cardíaca.
Fase I: Es una etapa intrahospitalaria, que inicia cuando el paciente se encuentra aún hospitalizado a consecuencia de una crisis cardiovascular (infarto del miocardio, angioplastía, cirugía, insuficiencia cardiaca descompensada, etc.) Al principio se realiza una valoración inicial, la cual incluso puede ser preoperatoria, y termina con el egreso del paciente. En esta fase se informa sobre las fases del programa de rehabilitación, control de factores de riesgo y evitar el síndrome de reposo prolongado. Es fundamental el trabajo del fisioterapeuta en conjunto con el médico cardiólogo rehabilitador.
Fase II. Una vez que el paciente egresa de manera ambulatoria comienza la Fase II, tradicionalmente una semana después de un evento coronario agudo no complicado y 3 a 4 semanas posterior a una cirugía cardiovascular, un infarto de miocardio complicado o intervencionismo coronario. Consiste en un periodo de entrenamiento físico supervisado, donde se le enseña al paciente como hacer ejercicio, evitar complicaciones y reconocer signos de alarma, incluye la realización de entrenamiento físico aeróbico y de cualidades físicas no aeróbicas. Por otro lado control de factores de riesgo cardiovascular con el apoyo de nutricionistas, psicólogos, fisioterapeutas, personal de enfermería y trabajo social con el fin de la pronta reincorporación del paciente a su vida cotidiana. La duración de esta fase dependerá de la tolerancia al ejercicio del paciente y será evaluado de manera individualizada para cada caso.
Fase III. Una vez culminada la Fase II, inicia la Fase III, es un continuo de actividades donde el paciente de manera autocontrolada y ambulatoria lleva a cabo la realización de entrenamiento físico y control de factores de riesgo cardiovascular. En este periodo el paciente acude al centro de rehabilitación de manera más espaciada, por lo menos una o dos veces al año, con el fin de reforzar lo aprendido y aclarar dudas que pudieran presentarse en el domicilio, durante ésta fase el paciente cuenta con el apoyo médico y del personal no médico para mantener un estilo de vida cardiosaludable.
Fase IV. Algunos programas incorporan una cuarta fase, donde los pacientes entrenan físicamente con otros pacientes integrando cardio-clubes. Esta es una fase auto-supervisada y a largo plazo.